La decisión de crear un blog personal, donde uno escribe todas las tonteras que se le vienen a la cabeza es bastante complicada. Uno tiene dos grandes opciones, no más; no menos. O se cree el cuento y decide que lo que tiene que decir es importante -porque a partir de ese punto uno comprende que difundir su saber es un deber-; o simplemente asume que uno es del montón y, como todos tienen blog, no hay razón para quedarse atrás y jugar el rol del freak antisocial.
El problema de creerse el cuento, es que hay que tener conocimientos con los que poder jugar a ser escritor, o bien pantalones y simplemente no pensar en la sonrisa irónica con que la gente con más cerebro lee las chabacanadas que uno escribe. Es que el blog da para mucho -no tanto como Fotolog; si no, es cosa de apretar el estómago y ver un día "El Diario de Eva"-. Uno puede decidir criticar a la sociedad, ser un The Clinic con menos anuncios, menos sexo y más contenido. O puede también darselas de intelectual y criticar cine, música, libros, noticias, o lo que se le venga en gana. Da lo mismo lo que se escriba, mientras se haga con fundamentos. Claro, ese argumento es completamente refutable; razones hay para todo. Estoy seguro que me podrían convencer, al menos por un rato, de que Hitler no era tan malo, que tomar café es una afrenta a dios todopoderoso o que los hutus sólo defendían su territorio cuando hicieron lo que hicieron.
La otra gran opción implica un profundo conocimiento de sí mismo, una gran autoaceptación y una autoestima a prueba de balas. El saber que uno es "otro más" y aún así crear un blog de acceso público, es también digno de admiración. Es como pararse en el escenario de Sábados Gigante y saber que el chacal va a tocar su trompeta antes de empezar a cantar -A todo esto, ¿esa gente le pagarán para que lo haga? Si no fuera por ellos, no tendría sentido el concurso-. Es algo así como la candidatura presidencial de Marcelo Trivelli, todos la usan para comentar, reírse y bromear. El blog de la gente de este tipo es un bonus, para la "chacota", sin peso, digno de LUN, de ElAntro.cl, Teletrece... etc, etc, etc.
A mí, en lo personal -eso es una redundancia, ¿no?- me da vergüenza escribir. Me carga pensar que mis amigos, todos más inteligentes que yo, se van a reir de mí y se van a dar cuenta de que como Periodista -y como homínido- no tengo futuro.
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(c) Felipe!
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